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lunes, 22 de febrero de 2010

Ojoos!

Hola! Me encanta dibujar ojos. :)
Y se los queria mostrar asi me dicen que les parece....









Y?? Que les parece?

viernes, 19 de febrero de 2010

Miss Marple y trece problemas

Agatha Christie
Miss Marple y trece problemas
El club de los Martes

-¿No te parece, Raymod - dijo- que le das demaciada importancia a la imaginacion? La imaginacion es algo muy peligroso y los abogados lo sabemos demaciado bien. Ser capaz de examinar las pruebas con imparcialidad, y considerar los echos sólo como factores... me parece el unico metodo logico de llegar a la verdad. Y debo añadir que por experiencia se que es el unico que da resultado.
- ¡Bah!- exclamo Joyce echando hacia atras sus cabellos negros-. Apuesto a que podria ganarles a todos en este juego. No solo soy mujer... y digan lo que digan, las mujeres poseemos una intuicion que les ha sido negadas a los hombres... sino ademas artista. Veo cosas que ustedes ni ven. Y tambien como artista he tropezado con toda clase de personas. Conosco la vida como no es posible que la haya conocido Miss Marple
- No se, querida- replico miss Marple-. Algunas veces, en los pueblos, ocurren cosas muy dolorosas y terribles.
- ¿Puedo hablar?- pregunto el doctor Pender con una sonrisa-. No se me oculta que hoy en día esta de moda desacreditar al clero, peor oimos cosas que nos hacen conocer un lado del caracter humano que es un libro cerrado para el mundo exterior.
-Bueno- dijo Joyce-, me parece que formamos una bonita reunion representativa. ¿Que les parece si formasemos un club? ¿Que día es hoy? ¿Martes? Le llamaremos el Club de los Martes. Nos reuniremos cada semana y cada uno de nosotros por turno debera exponer un problema... algun misterio que conozca personalmente y del que, desde luego, sepa la solucion. En realidad tendriamos que ser seis.
-Te has olvidado de mi, querida- dijo miss Marple con una sonrisa radiante.
Joyce quedo ligeramente sorprendida pero se rehizo a toda prisa.
- Seria magnifico, miss Marple- le dijo-. No crei que le gustaria participar en esto.
- Creo que sera muy interesante- replico miss Marple- , especialmente estando presentes tantos caballeros inteligentes. Me temo que yo no soy muy lista, pero el haber vivido todos estos años en Saint Mary Mead me ha echo ver en el interior de la naturaleza humana.
- Estoy seguro de que su cooperacion sera muy valiosa- dijo sir Henry con toda cortesia.
- ¿Quien empezara?
- Supongo que no existe la menor duda en cuanto a eso- replico el doctor Pender-, ya que tenemos la gran fortuna de contar entre nosotros a un hombre tan distinguido como sir Henry...
El aludido guardo silencio unos instantes, y al fin, con un suspiro y cruzando las piernas, comenzo:
- Me resulta un poco dificil ceñirme al tema que ustedes desean, pero creo conocer un ejemplo que llena las condiciones requeridas. Es posible que hayan leido algun comentario acerca de este caso en los periodicos del año pasado. Entonces se dejo a un lado como un misterio insoluble, pero como suele suceder, la solucion llego a mis manos no hace muchos días. Los echos son bien sencillos. Tres personas se reunieron para cenar, entre otras cosas, langosta en lata. Poco despues, los tres se sintieron indispuestos y se llamo apresuradamente a un medico. Dos de ellos se restablecieron y el tercero fallecio.

martes, 16 de febrero de 2010

Miss Marple y trece problemas

Como habia dicho antes, a mi me gustan los libros, asi que voy a ponerlos en mi blog.


Agatha Christie

Miss Marple y trece problemas

El club de los martes


Misterios insolubles.

Raymond West, lanzando una bocanada de humo, repitió las palabras con una especie de placer deliberado.
- Misterios insolubles.
Y miró satisfecho a su alrededor. La habitacion era amplia, con vigas oscuras en el techo y buenos muebles. De ahi la mirada aprobadora de Raymonds West. Era escritor y le gustaban los ambientes inspiradores y perfectos. La casa de su tia Jane siempre le habia parecido el marco adecuado para su personalidad, y miro mas alla del salon. Miss Marple vestia un traje de brocado negro de cuerpo muy ajustado con una chorrera de encaje de Manila blanco. Llevaba puestos mitones tambien de encanjes y un gorrito de puntilla negra recorria sus sedosos cabellos blancos. Estaba tejiendo... algo blanco y suave y sus ojos azul claro, amables y benevolentes, contemplaron con placer a su sobrino e invitado. Primero descansaron en el propio Raymond, tan satisfecho de si mismo; luego en Joyce Lempriére, la artista, de espesos cabellos negros y extraños ojos verdosos, y en sir Henry Clithering, el gran hombre de mundo. Habia otras dos personas mas en la habitacion: el doctor Pender, el anciano clérigo de la parroquia, y míster Petherick, abogado, un enjunto hombrecillo que usaba lentes aunque miraba por encima y no a traves de sus cristales, Miss Marple dedico un momento de atencion a cada una de estas personas y luego volvio a su labor con una dulce sonrisa en los labios.

Míster Petherick lanzo una tosecilla seca que siempre anticipaba a sus comentarios.

- ¿Que es lo que has dicho, Raymond? ¿Misterios insolubles? Ah... ¿Y a que viene eso?

-A nada - replico Joyce Lempriére-. A Raymond le agrada el sonido de esas palabras y por eso las pronuncia en voz alta.

Raymond West le dirigio una mirada de reproche que le hizo echar la cabeza hacia atras, soltando una carcajada.

- Es un embustero, verdad miss Marple?- pregunto Joyce-. Estoy segura de que usted lo sabe.

Miss Marple sonrio amablemente, pero nada dijo.


-La vida misma es un misterio insoluble- sentencio el clérigo en tono grave.

Raymond se irguió en su silla para arrojar su cigarrillo al fuego con ademan impulsivo.

- No es eso lo que he querido decir. No hablaba de fisolofia -dijo-. Pensaba solo en meros echos prosaicos y sencillos, cosas que han sucedido y que nadie ha sabido explicarse nunca.

- Se a lo que te refieres, querido- repuso miss Marple-. Por ejemplo, mis Carruthers tuvo una experiencia muy extraña ayer por la mañana. Compro medio kilo de camarones en la tienda de Elliot. Luego fue a un par de tiendas más y cuando llego a su casa descubrio que no tenia los camarones. Volvio a los dos establecimientos que visitara pero los camarones habian desaparecido. A mi eso me parece muy curioso.

- Una historia bien extraña- dijo sir Henry en tono grave.

- Claro que que existen toda clase de posibles explicaciones- replico miss Marple con las mejillas sonrosadas por la exitacion- Por ejemplo, cualquiera pudo...

-Mi querida tia- la interrumpio Raymond West con cierto regocijo-. No me referiero a esa clase de incidentes pueblerinos. Pensaba en crimenes y desapariciones... de esa clase de cosas de las que podria hablarnos sir Henry si quisiera.

- Pero yo nunca hablo de mi trabajo- repuso sir Henry con modestia- no, nunca hablo de mi trabajo.

Sir Henry Clithering habia sido ultimamente comisario de Sclotland Yard.

- Supongo que habra muchos crimenes y otros delitos que la policia nunca logra esclarecer- dijo Joyce Lempriére.

- Creo que es un echo admitido- dijo mister Petherick.

- Me pregunto que cerebro es el mejor para desentreñar un misterio- dijo Raymond West-. Siempre he creido que el policia o el detective deben tropezar con su falta de imaginacion.

- Esa es la opinion de los profanos- replico sir Henry en tono seco.

- En realidad necesitan ayuda- dijo Joyce con una sonrisa- Para psicologia e imaginacion acuda al escritor...

Y dedico una ironica inclinacion de cabeza a Raymond, que permanecio serio.

- El arte de escribir proporciona la percepcion del interior de la naturaleza humana- agrego en tono grave- Y tal vez el escritor ve motivos que pasaria por alto una persona vulgar.

- Sé, querido- intervino miss Marple-, que tus libros son muy interesantes. Pero, ¿tu crees que la gente es en realidad tan desagradable como la pintas?

- Mi querida tia- repuso Raymond en tono amable-, conserva tus creencias, y no permita el cielo que yo las destroce en ningun sentido.

-Quiero decir - continuo miss Marple frunciendo un poco el seño al contar los puntos de su labor- , que a mi muchas personas no me parecen ni buenas ni malas, sino sencillamente tontas.

Mister Pretherick volvio a a lanzar su tosecilla seca.

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p.d: Me fui de vacaciones por eso es que no publicaba nada, ni comentaba.
Luego voy a seguir con este libro.